Redacción. En Isla Cristina, Sus Majestades Los Reyes Magos fueron recibidos por las autoridades locales en el puerto, donde llegaron a bordo del pesquero ‘Camerún’ para, una vez en sus respectivas carrozas, recorrer las calles isleñas en una gran y espectacular cabalgata, repartiendo 3.500 kilos de caramelos y cientos de regalos como pelotas, muñecas, peluches o bolígrafos, entre otros muchos.
La alcaldesa de Isla Cristina, María Luisa Faneca y la responsable de la Concejalía de Festejos, la teniente de Alcalde, Isabel López, recibieron a los Magos de Oriente acompañadas por la Teniente de Alcalde, Carmen Cárdenas y los Concejales Emilio Bogarín, Mª del Carmen Beltrán y Juan García.
La primera Edil no quiso dejar pasar la ocasión para desear a toda la ciudadanía un «Feliz Día de Reyes» señalando en primer lugar, «que ningún niño isleño se quede sin su regalo en este día tan especial en el que ellos son los verdaderos protagonistas», y en segundo lugar, «que este año que acaba de comenzar, venga cargado de proyectos, trabajo y salud para todos y que nuestro pueblo vaya saliendo de esta situación tan complicada». Asimismo, la Alcaldesa agradeció a todo el personal municipal, voluntarios así como a los Cuerpos de Seguridad, Policía Local y Protección Civil, «su implicación, esfuerzo y empeño para que esta Cabalgata transcurra con éxito, como siempre».
Por su parte, la teniente de Alcalde y concejala de Festejos, Isabel López, quiso acentuar «la solidaridad que este año han demostrado Sus Majestades con todos los niños y niñas de Isla Cristina, repartiendo regalos en la entrega de Cartas, a Cáritas para los más necesitados y en la cabalgata, algo que les agradezco en nombre del ayuntamiento», a la vez que señaló «son momentos difíciles pero la magia de este día nunca debe perderse y para ello somos muchas las personas implicadas hoy aquí y trabajando durante todo el año para que la Cabalgata luzca».
La comitiva recorrió, durante algo más de tres horas, las principales calles isleñas, siendo la Avenida Gran Vía una de las zonas más multitudinarias, por la amplitud que presenta y acogiendo a miles de personas que se las ingeniaban para alcanzar uno los muchos regalos o los miles de caramelos lanzados.