Mari Paz Díaz. Siempre es difícil despedirse de alguien al que apreciamos, al que queremos. Pero si ese adiós es repentino, inesperado, injusto, casi sin tiempo para la despedida, ese momento se hace todavía más complicado. Este tipo de situaciones suele ocurrirnos curiosamente con personas extraordinarias, aquellas que nunca quisieron hacer ruido, sino todo lo contrario.
Así nos ha sucedido hace unos días en Huelva con Miguel Ángel López Tarruella, un onubense excepcional que siempre nos mostraba su mejor sonrisa, siendo un gran amigo para las personas que estuvieron a su lado.
El abogado y economista López Tarruella nos dejaba el pasado 29 de diciembre con 47 años de edad, una noticia que consternaba a los onubenses. Por este motivo, hoy queremos quedarnos con algunos de los momentos más significativos de su vida personal y profesional, con parte de todo lo que ofreció a los que tuvieron la oportunidad de conocerlo.
Una de esas personas fue Pedro Paniagua, gerente de la Cooperativa de La Bella, en Lepe, que define a Miguel Ángel como «un gran profesional y una excelente persona. Siempre estaba disponible para los amigos. No había una sola vez que no te cogiera el teléfono, por lo que estaba ahí para lo que lo necesitaras».
Miguel Ángel estuvo muy implicado con el sector hortofrutícola onubense al haber trabajado con muchas empresas de este ámbito, entre las que se encontraron Freshuelva. «Siempre demostró ser una persona muy cualificada en cuestiones de auditoría, asesoría y consultoría en general. Tenía un nivel muy alto», nos comenta Paniagua, que tuvo la oportunidad de compartir con él una comida tan sólo un día antes de su fallecimiento, «y allí demostró que era una persona llena de vida, con muchos proyectos, tanto profesionales como personales».
También conocía a Miguel Ángel desde hace más de 22 años al óptico José Luis de la Corte, que recuerda cómo «nos tratábamos en un principio de forma profesional, pero con los años la relación pasó al plano personal como amigos, además de que él y toda su familia eran clientes míos en la óptica». De la Corte asegura que «en el plano profesional, López Tarruella era el número uno, el mejor en lo que hacía. Siempre encontraba la solución correcta a cualquier problema que se podía plantear sin necesidad de mirar un papel. Sabía muy bien lo que hacía. Y, sobre todo, era una persona honrada y buena«.
En el terreno personal, Jesús y Miguel Ángel compartían las mismas aficiones, por lo que sus conversaciones solían girar en torno a las mismas. En concreto, Miguel Ángel era un gran amante del mar y de la pesca, ya que tenía un barco y no se perdía nunca la temporada de verano de pesca. Una afición que se unía a su pasión por el fútbol.
Un onubense que se implicó en la creación de la Universidad de Huelva. Junto a su trayectoria profesional más reciente, Miguel Ángel también será recordado por su implicación en las movilizaciones que propiciaron la creación de la Universidad de Huelva y que tuvieron su hito en la manifestación del 3 de marzo de 1988. Pero no sólo estuvo presente en esa gran reivindicación, sino que además fue uno de los estudiantes más concienciados con aquel sueño.
En este aspecto, el catedrático de Economía Juan José García del Hoyo recuerda que «fue uno de los jóvenes que sin ser delegado estuvo más implicado hasta el final de las movilizaciones. Un gran amigo, además de pertenecer a la primera promoción de estudiantes a la que le di clases en el curso universitario 1988/1989, por lo que siempre le recordaré de una forma especial».
El también profesor Ramón Fernández Beviá, director de Huelva Buenas Noticias, rememora de aquella etapa estudiantil la disposición permanente de Miguel Ángel a colaborar con sus compañeros en lo que hiciese falta. Impactado por el fallecimiento de este amigo, como los demás, lo califica como una excelente persona y se felicita por haber tenido la suerte de conocerlo y apreciarlo, manifestando que siempre estará presente entre nosotros, dando calor con esa franca sonrisa que atesoraba.
Papel como recreativista. Junto a toda esta amplia trayectoria, López Tarruella también venía desarrollando en los últimos años una destacada labor como miembro del Consejo de Administración del Recreativo de Huelva, al que pertenecía desde el 30 de agosto 2011. Miguel Ángel recaló en el órgano rector del club junto al actual presidente, Pablo Comas, cuando Gildoy España se hizo accionista mayoritario. En este sentido, López Tarruella fue artífice del expediente que permitió que el Decano saliera del concurso de acreedores, un logro nada fácil, por lo que ha sido una figura fundamental en el Recreativo de hoy.
Por este motivo, el Consejo de Administración, técnicos, jugadores, cuerpo médico y empleados en general del Recre quisieron enviar su más sentido pésame a sus familiares y amigos.
Jesús Martín, consejero del Recreativo de Huelva y amigo personal de Miguel Ángel, recuerda que «era una persona extraordinaria, simpática, alegre..., como amigo era inmejorable, además de un padre ejemplar con sus dos hijos». Jesús Martín lo conocía desde que comenzó sus estudios universitarios, donde siempre demostró que era una persona inteligente y muy válido, lo que se tradujo luego en que se convirtiera en asesor de algunas de las mejores empresas de Huelva».
Una trayectoria ejemplar. A nivel académico y profesional, Miguel Ángel López Tarruella (Huelva, 1966) cuenta con una trayectoria muy llamativa. Sus primeros estudios los realizó en la Escuela San Francisco de Paula de Sevilla, desde donde pasó al IES Alto Conquero de Huelva, siendo de la promoción de 1985.
Posteriormente estudió Ciencias Económicas y Empresariales en la Universidad de Huelva en la promoción de 1991. Como toda persona inquieta, después quiso incrementar su formación y se matriculó en la Universidad Antonio de Nebrija de Madrid, donde hizo Derecho (promoción de 2011), realizando también estudios en la Universidad de Sevilla.
A nivel profesional, entre 1993 y 2013 fue socio-asesor fiscal de la empresa Lotama, S. L., una actividad a la que hay que añadir que fue auditor de cuentas de L-T&M Auditores y Asesores, S.L.P. desde 2001 hasta la actualidad.
Como se puede comprobar, Miguel Ángel fue extraordinario, ya fuera como el profesional, el padre, el estudiante, el amigo… Todo ello hizo de Miguel Ángel una persona que siempre quedará en el corazón de aquellos que lo conocieron. En nombre de todos ellos, Miguel Ángel, gracias por tanto. Descanse en paz.
