El retorno del director de ‘Chicha tu madre’ y una cinta de un agente del Mossad y un terrorista islámico, en el quinto día de Festival

En el centro, Rogelio Gracia, y a la izquierda Rubén Hornillo, productor de 'Esclavo de Dios'
En el centro, Rogelio Gracia, y a la izquierda Rubén Hornillo, productor de 'Esclavo de Dios'
En el centro, Rogelio Gracia, y a la izquierda Rubén Hornillo, productor de 'Esclavo de Dios'
En el centro, Rogelio Gracia, y a la izquierda Rubén Hornillo, productor de ‘Esclavo de Dios’

Redacción. El Festival de Cine Iberoamericano de Huelva ha presentado las películas ‘Esclavo de Dios’ y ‘Planta Madre’, que concursa en la Sección Oficial de Largometrajes en esta 39 edición del certamen cinematográfico.

La primera ha sido dada a conocer por su productor, Rubén Hornillo y uno de los actores protagonistas de la cinta, Rogelio García (en el papel de Tobías), quienes han hablado de esta historia sobre las creencias llevadas a las últimas consecuencias y de cómo el amor puede ser el freno a un conflicto enquistado durante siglos. Un relato que afronta la dureza del terrorismo desde un punto de vista humano.


Festival de Cine de Huelva

Aunque ‘Esclavo de Dios’ (Venezuela/Argentina/Uruguay, 2013) es una historia de ficción, se enmarca en las circunstancias que rodean al trágico atentado sucedido en Buenos Aires en julio de 1994, cuando un coche bomba hizo explosión frente a la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) dejando 85 muertos. Un hecho trágico absolutamente real que sirve al equipo para construir una historia ficticia que termina abriendo una puerta a la esperanza de paz, perdón y tolerancia.

Al margen de su carácter de thriller en el que no faltan ingredientes para mantener la tensión narrativa (persecuciones, espías, acción en distintos países y escenarios, explosiones…) la película centra su atención en la historia personal de los dos protagonistas principales: Ahmed, un terrorista de una célula islamista radical, interpretado por Mohammed Al Khaldi, y David, un agente de los servicios de inteligencia israelí encarnado por Vando Villamil. Ambos coinciden en el foco de su obsesión, en sus ansias de venganza, en el amor hacia sus familias y, poco a poco, también coinciden en lo geográfico hasta encontrarse cara a cara.


Puerto de Huelva

El joven realizador venezolano Joel Novoa Schneider se ha enfrentado en esta película no sólo a un acontecimiento gravísimo de la historia de Argentina que hasta el momento ha quedado impune, sino al reto de reflejar de forma abierta y equilibrada la estupidez del fanatismo y sus consecuencias, lo surrealista que resulta la intolerancia de origen religioso en pleno siglo XXI y la necesidad de establecer lazos de tolerancia que por fin nos hagan superar la lacra de la violencia extremista de un lado y de otro.

“Lo que queremos reflejar con la película es justamente que el fundamentalismo está mal por cualquiera de los dos lados”, ha indicado Rubén Hornillo en referencia a la censura que sufrieron durante la exhibición de la película en Venezuela, algo que, para  Rogelio Gracia, “tiene mucho que ver con la idiosincrasia de Venezuela y su tendencia a polarizar todo”, pero ha insistido en el hecho de que la historia, precisamente, “permite la reflexión sobre la tolerancia y sobre la paz”.

El director de 'Planta Madre', Gianfranco Quattrini, y el actor Manuel Fanego, con el cartel de la película.
El director de ‘Planta Madre’, Gianfranco Quattrini, y el actor Manuel Fanego, con el cartel de la película.

‘Planta Madre’. Por otro lado, la historia que plantea ‘Planta Madre’ comienza 40 años atrás, cuando su protagonista, Diamond Santoro, lideraba una mítica banda de rock en Buenos Aires cuya trayectoria quedó truncada por la muerte de uno de sus componentes y hermano del protagonista. La posterior aparición de una antigua libreta del fallecido con un plan de viaje inconcluso lleva a Diamond a emprender esta travesía que planeó su hermano antes de morir. Una historia coproducida por Argentina, Perú e Italia que podría catalogarse como una ‘road movie’ en la que la música juega un papel fundamental.

Gianfranco Quattrini, que participó en el Festival de Cine Iberoamericano en el año 2006 con ‘Chicha tu madre’ (con la que se llevó el Colón de Plata al mejor actor), llega de nuevo a Huelva acompañado por uno de sus actores, Manuel Fanego, para competir en la Sección Oficial de Largometrajes con su segunda película, ‘Planta Madre’, que fue rodada en el Amazonas y Buenos Aires.

El Festival de Cine Iberoamericano de Huelva es el marco en el que ‘Planta Madre’ se proyecta por primera vez. Para Quattrini, “es muy importante mostrar por fin la película porque fue un trabajo muy largo, se demoró mucho”, explica, “y poder soltar la película y que empiece a circular ha sido muy bueno para mí”.

El joven actor Manuel Fanego, que interpreta al hermano fallecido del protagonista, se ha mostrado satisfecho por su trabajo junto a Robertino Granados. “El ambiente ha sido muy propicio para que todo saliera bien. Nos ayudó mucho a meternos en el papel de hermanos el tener ambos un tránsito musical importante”, ha explicado Fanego, que comparte con Granados su experiencia como integrantes en bandas de rock.

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