Miguel Ángel Velasco. Con un desfile de ropa urbana y casual la calle Berdigón se convirtió en la tarde noche del sábado 9 de noviembre en un atractivo punto de encuentro de numerosos onubenses, quienes abarrotaron la céntrica vía para presenciar a las distintas modelos que surgían bajo el dintel del bar-cafeteria Berdigón 14.
Marita Casual Wear fue la firma encargada de llevar a la improvisada pasarela una colección textil formada por marcas plenamente nacionales como Cocoa, Waipaï o Alda Gatti, entre otras, y una línea de bolsos con nombres tan españoles como Antonio Ozores, Noco y Paula Soler, y todo ello aderezado con los artísticos tocados de la firma onubense Karmina y las muestras artesanas de a Ana Clauss, Alicia Márquez y Faisem.
15 fueron las modelos que bailaron con los diferentes conjuntos, un total de cien de la muestra, bajo los focos y la música de ambiente de Berdigón 14, e hicieron las delicias de las muchas personas que desde el exterior aplaudían con fuerza su bien llevar y el estilo que marcaban en cada pase y puesta.
La maestría y profesionalidad que demostraron todas ellas, la plenitud de sus bellezas, estuvieron coronadas por el estudio estético en maquillaje y peluquería de Patrizia Robel, quien, junto con su extraordinario equipo, se está convirtiendo en todo un referente en la ciudad y fuera de ella.
En definitiva, durante más de una hora Huelva volvió a llenarse de moda, volvió a congregar a multitud de personas en su entorno y a crear una bonita y agradable expectación tanto en mayores como en jóvenes, quienes acudían a interesarse por el montaje de tal evento y comprobar con sus atónitos ojos la calidad, cantidad y el buen hacer que contamos con estos emprendedores onubenses.
Terminada la exposición meramente informativa, permítanme no una reflexión y si un retrato fiel de lo que supone un montaje de este tipo: los problemas que acarrean, los nervios que afloran, las ideas que fluyen y las ilusiones que brotan en todos ellos.
Una vez acabado el acto, suave la música y desierto por un momento el local, Marita, Patrizia y Jose, el compañero de Patrizia, descansaban relajados, aunque aún tensos, en uno de los increíbles rincones que nos ofrece esta antigua casa de pescadores del año 1.520, hoy felizmente reconvertida en cafetería y salvada de la cruel piqueta tan propio del urbanismo de esta ciudad. Todo un lujo al alcance de los onubenses. Alejandro, responsable de sala Berdigón 14, profesional y exquisito, nos colocaba unas refrescantes bebidas para rebajar la tensión acumulada.
– Contadme, ¿cómo surgió la idea de este desfile?
– En esta fase de nuestra vida comercial –explica Alejandro-, pretendemos darle una nueva dirección al contenido de nuestro local. Vamos a intentar introducir cada quince días actos culturales de distintos tipos: exposiciones de cuadros y fotográficas, música en directo de intérpretes de la tierra y desfiles como el de esta noche, entre otros. Pretendemos innovar, adaptarnos a las nuevas corrientes y para ello contamos con estas buenas profesionales que nos acompañan.
Marita y Patricia le escuchan más relajadas, beben con calma y asienten. Es así -apunta Marita–. Las ropas, los complementos no se ven igual en la tienda que aquí. Todo tiene un compañero de recorrido, y mis ropas coinciden con el vestir de las muchas chicas que todos los días acuden a este local. Son jóvenes, resueltas, de profesiones liberales o trabajadoras, al fin y al cabo de un amplio espectro de mujer urbana que se mueven en la vida cotidiana de la ciudad. Es el atuendo que viste un cuadro, ¿ Me entiendes?, -me cuestiona Marita, a lo que asiento e inmediatamente Patrizia añade- Estoy totalmente de acuerdo con ella. Yo visto la cabeza de tendencias, de innovación, de sueños particulares y míos propios. No se trata solo de pintar una cara y emperifollar un cabello. No, no. Se trata de crear arte con él. De jugar con las formas y el atrezzo. Por ello, cuando me uní a este grupo para el evento de esta tarde lo tuve claro. Miré a las personas que pasean a diario alrededor de mi local y vi eso, la madre de familia, joven y dinámica, la profesional vivaz, la mujer moderna dentro de un orden más bien clásico pero con tintes actuales. Adapté, en resumen, los maquillajes y los peinados a los que estoy acostumbrada a ver a diario por estas calles.
El ambiente huele, por fin, a tranquilidad. Las risas nacen ahora sueltas y las palabras crecen sin control. Se les ve contentos, se les nota satisfechos. Parece que los fantasmas de las quince modelos aún danzan cimbreantes a nuestro alrededor. Que la música se ha detenido y el paisaje se ha hecho eterno. Es el momento de ponerles en un aprieto.
-¿Qué pensáis de cada uno de vuestros negocios y carreras? ¿ Porque os habéis juntados para este fin? Me miran un tanto perplejos ante el viro de la conversación. Jose realiza su típico tic de levantarse la larga cabellera que le caracteriza, y es Alejandro el primero en hablar.
– La moda se ha convertido en todo un referente cultural. En un tema candente, que gusta y sino básico, si prioritario en la forma de salir, del día a día. A mi me encanta vestir bien, intento ir elegante, en un estilo clásico y a la vez, casual, urbano. Mi trabajo y mi clientela se merecen ir a su altura. Por aquí se mueven la gente de Huelva, de esa Huelva que corre y pasea el centro con su vestir diario. Personas elegantes, clásicas o desenfadada, pero siempre a la última. Yo no puedo ser ajeno a ello.
-En este punto, Marita añade- Eso es. Berdigón 14 es mi lugar de culto, desde que lo abrieron, mi preferido. Soy de Sevilla y allí hay locales maravillosos pero os puedo asegurar que como éste pocos. Me inspira tranquilidad, me relaja y, a la vez me divierte. Apuesto por exponer mis ropas aquí, pues es aquí donde las veo vestir cada vez que vengo, Salen de mi tienda y se van a tomar café o ona copa aquí. Toman cuerpo, se meten en una vida.
-Por su parte, Patricia se muestra tranquila como siempre en ella. Sus bellos e inteligentes ojos iluminan tenuemente la charla- Estoy de acuerdo con ellos. La ropa de Marita me parece sensacional y este local, divino. Un perfecto lugar de encuentro. Yo puedo tener una visión diferente del arte estético que ellos, una filosofía distinta y propia que me puede hacer diferente. Pero soy bastante camaleónica. Detrás de mi exterior un tanto vanguardista, innovador y anticonvencional, se esconde una persona sensible, muy sensible, que le encanta la tranquilidad. Observar como cualquier otra mujer de mi edad con ojos calmos y seguros, sin estridencias…Vamos que al final mi corazoncito me pide tranquilidad. Me encanta crear para el tipo de ropa de Marita y coincido con ella en decir eso, que se trata de la indumentaria oficial de la mujer de hoy. Resuelta, juvenil, sin complejos.
Es hora de terminar la charla. Las modelos han desparecido entre las viejas paredes historiadas de la casa, aunque sus figuran siguen presentes como bellos fantasmas andantes. Las plantas que la cubre, esos viejos muros que han contemplado infinidad de historias de rudos marineros y gentes del ayer de Huelva, que con sólo pensarlo se estremece hasta el alma, parecen revivir, alegres. La noche luce fría y radiante. Es hora de terminar aunque cueste trabajo hacerlo. No sé por qué, pero se siente que algo tuyo está en esa casa. Una compañía familiar y entrañable te abriga. Berdigón 14.