José Luis Rua / Ayamonte. A la hora prevista abrió sus puertas el modulo sociocultural de la Punta del Moral, para dar cabida a un acto de un significado muy especial, la presentación de un libro del escritor del Campo de Canela, Eladio Orta. ‘La isla de la retamas’ se presentaba ante muchos de sus protagonistas. Eladio Orta se atrevía a contar, una vez más, algunos relatos de su última obra en la tierra sobre la que se desarrollaron hace algún tiempo o quizás mucho tiempo.
Luis Alarcón abrió el acto presentándolo en un salón repleto de un público deseoso de escuchar las viejas historias. Tras él, Isabel Martin dejaba caer sin disimulo cada uno de sus versos paridos en los rincones de esta barriada, que hace algunos años la vio nacer.
El profesor en la Universidad de Lisboa, desplazado ex profeso para el recital y natural de Punta del Moral, José Acosta, leía poemas de su reciente obra ‘Diario póstumo de Rafael’. Miss Parker dejaba los sonidos de su voz y su guitarra, en el silencio de un salón muy receptivo. Todos ellos mostraban sus trabajos por primera vez en su propia tierra y como decía una señora presente en el acto, este momento era histórico por todo este cumulo de circunstancias.
Doña Elvira, la que fuera maestra de toda la vida en la vieja escuela de la barriada, fue desgranando las emociones que le invadían al presentar a Eladio Orta en Punta del Moral. No tuvo reparo en reconocer el valor del autor ni la valía de sus relatos. Tuvo buenas palabras y buenos gestos hacía el escritor de la tierra, sentado a su lado, que mal disimulaba su inquietud y nerviosismo.
Y finalmente Eladio Orta, templando la voz y dominando la situación provocó las risas en los presentes y obligó a pronunciar en voz alta los nombres de los protagonistas de sus historias. Y así, con la cadencia y la fuerza de las palabras del escritor, se hizo ese recorrido obligatorio por lo más representativo de ‘La isla de las retamas’.
Y con esta presentación, Eladio Orta ha estado presente en Punta del Moral, Canela y Ayamonte donde ha dejado constancia de sus relatos y sus buenas formas. Y los aplausos finales, han sido la aceptación manifiesta de una obra que habla de la isla, de sus gentes y de sus viejas historias.