Redacción. El censo realizado por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio durante 2013 sobre las poblaciones de buitre negro (Aegypius monachus) en Andalucía ha confirmado la presencia de 330 parejas de esta especie de las que se han reproducido 293, lo que supone un incremento de un 3,77% del número de efectivos respecto al año anterior. Ambas cifras son las más altas de la historia.
El aumento más significativo de estas poblaciones se ha producido en los parques naturales Sierra Norte de Sevilla y Sierra de Andújar (Jaén) donde han pasado de 79 a 96 parejas y de 70 a 72, respectivamente, sobre el año anterior. En los otros dos núcleos de nidificación de esta especie existente en Andalucía, se ha constado la pérdida de una pareja (48 frente a 49 en 2 012) en el parque natural Sierra de Hornachuelos, mientras que en el paraje natural Sierra Pelada (Huelva) se mantiene la misma tendencia fluctuante de los últimos años (110 parejas en 2013, por 118 en 2012, 103 en 2011 y 113 en 2010).
El censo, realizado en el marco del Programa de Actuaciones para la Conservación del Buitre Negro en Andalucía, ha detectado que además de las 293 parejas seguras -las que han efectuado una puesta- se censaron otras 37 probables -parejas no reproductoras o cuya reproducción no ha podido confirmarse-. Asimismo, el número total de pollos volantones resultantes de la temporada reproductora ha sido de 154-155 ejemplares. En base a esta cifra habrían volado tan sólo pollos del 53% de las plataformas con puesta, a causa de fenómenos meteorológicos adversos que afectaron al norte de Sevilla y Córdoba en momentos clave de la reproducción del buitre negro. Para la elaboración de este inventario se ha contado con la colaboración en la provincia de Huelva, de un equipo de la Fundación Bios (Sevilla).
Por otra parte, los trabajos de estudio y seguimiento llevados a cabo durante 2013 por técnicos de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio confirman que el veneno es la primera causa conocida de mortalidad de la especie, seguida de la desnutrición. En el primero de estos factores, la eficacia de la Estrategia Andaluza para el Control de Venenos ha reducido considerablemente el número de animales muertos por esta práctica ilegal, mientras que para evitar los riesgos de desnutrición, la Consejería ha creado una red de muladares para abastecer de alimentos a las poblaciones todas las diferentes especies protegidas.
El Programa de Actuaciones para la Conservación del Buitre Negro, cofinanciado por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural e incluido en el Plan de Recuperación y Conservación de Aves Necrófagas, arrancó en 2002 con 182 parejas reproductoras en Andalucía, una década después esta cifra ha crecido un 62%, incrementándose también el área de expansión de la especie.
Otras actuaciones incluidas dentro de este programa han consistido en la reducción de molestias en las áreas de reproducción; la reconstrucción de nidos e instalación de nidales artificiales; el rescate de huevos, pollos huérfanos o abandonados y otros ejemplares recuperables; la reducción del riesgo de colisión con tendidos eléctricos; o el marcaje de ejemplares con transmisores GPS para facilitar su seguimiento. También destaca el programa de Educación para la Conservación que se lleva a cabo en los centros escolares de los municipios donde se reproduce esta especie y busca su alimento anualmente. En esta iniciativa participan anualmente más de 2.000 escolares de cerca de 50 centros educativos de Andalucía.
En el año 2001 el buitre negro fue catalogado En Peligro (EN) en el Libro Rojo de los Vertebrados Amenazados de Andalucía, y gracias al aumento constante en sus efectivos, pasó en 2010 de esta categoría a la de Vulnerable, reduciéndose, asimismo, el nivel de amenaza según los criterios establecidos por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), ya que el número de buitres negros adultos, sexualmente maduros, se ha mantenido por encima de los 250 durante los últimos años.
Buitre negro. El buitre negro (Aegypius monachus) es el buitre más grande de España, con una envergadura alar que en algunos casos puede llegar hasta casi los tres metros. Sus colonias se encuentran básicamente en dos tipos de hábitats, bosques mediterráneos de quercíneas o pinares en los pisos supramontanos y subalpinos del Sistema Central.
Nidifica en grandes árboles, en zonas boscosas no muy densas con sotobosque de matorral, y cada pareja suele utilizar varios nidos alternativos, construidos por ambos sexos con grandes ramas. Sólo pone un huevo entre febrero y marzo, incubado por los dos progenitores durante 50-62 días, y los polluelos son alimentados hasta que pueden volar a los 95-110 días, aunque suelen permanecer cerca del nido algunas semanas más.
El área de cría de esta especie se extiende por el sur del Paleártico, fundamentalmente en la zona asiática desde Turquía hasta el norte de China. En Europa nidifica en Grecia, Ucrania y sur de Rusia y en España en Mallorca y en el cuadrante suroccidental de la zona peninsular. El último censo estatal realizado en 2006 estimó la población reproductora española entre 1.845 y 2.440 parejas, aunque en el presente podría acercarse a las 3.000.
El buitre negro, por ser una especie de gran envergadura y especialmente rara, al lado de otras como el buitre leonado, es un recurso de interés para el turismo ornitológico y, por ello, para el desarrollo socioeconómico de las áreas rurales donde se encuentran estas aves.