
Mari Paz Díaz. El Museo del Santo Rosario de Aroche surgió en 1967 a raíz de la iniciativa de Paulino Díaz Alcaide, sochantre y organista de la iglesia arochena durante sesenta años. Se trata de un centro único en el mundo que cuenta con una colección de más de 2.000 rosarios provenientes de personalidades nacionales e internacionales de diversos ámbitos, entre los que se encuentran la Madre Teresa de Calcuta, el presidente de Estados Unidos Richard Nixon, los Reyes de España o la Duquesa de Alba, entre otros.

Este legado fue posible reunirlo en la provincia de Huelva por el ímpetu del mismo Paulino Díaz, que envió de su puño y letra unas 5.000 cartas solicitando rosarios para organizar una colección personal. Así consiguió una gran variedad de rosarios de distintas religiones, tamaños y materiales (corcho, mármol, crustáceos, huesos de frutos, madera, semillas, cristal, etcétera), que en la actualidad se encuentra en este centro abierto a todo tipo de público en Aroche.
Ahora, esta colección situada en pleno corazón de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche es noticia porque hace unos días se ha visto incrementada con nuevos rosarios que han sido donados por el Papa Francisco, así como por el Papa Emérito Benedicto XVI.

Estas nuevas donaciones han sido posibles gracias a las cartas remitidas al Vaticano por Pedro G. Díaz Bellido, hijo del impulsor del Museo y miembro de la Junta Gestora del Museo del Santo Rosario, que ha querido de esta forma continuar con la labor de su padre, añadiendo al centro un rosario del Santo Padre Emérito Benedicto XVI y otro del Papa Francisco, que se unen a los ya existentes en Aroche de Pablo VI o del Beato Juan Pablo II.

«La primera vez que envié una carta en la que solicitaba el envío de un rosario por parte de S.S. el Papa Benedicto XVI fue en febrero de 2009, pero en aquel momento no recibí ningún tipo de contestación», nos comenta Díaz Bellido. Sin embargo, Pedro no cejó en su empeño, ya que ha heredado el espíritu de constancia de su padre, así que entonces «dejé aparcada la idea de insistir a la espera de una mejor situación. Y ésta se presentó cuando el entonces Santo Padre Benedicto XVI anunció su renuncia a la Cátedra de Pedro«.
Junto a este contexto, este onubense encontró también un aliado en sus pretensiones, ya que comentó su idea con el vicecanciller del Obispado de Huelva, Juan Bautista Quintero Cartes, al que le pareció muy adecuada su iniciativa, por lo que le animó a repetir la solicitud de la donación, pero haciéndolo a través del prefecto de la Casa Pontificia y secretario de Su Santidad, Geor Gänswein. En esa ocasión, la carta además iba acompañada de una certificación del canciller del Obispado de Huelva, Manuel Jesús Carrasco Tarriza, donde se acreditaba la veracidad de la existencia del Museo del Santo Rosario de Aroche. De nuevo, a pesar de que la misiva fue enviada por correo certificado, este onubense tampoco tuvo contestación, quizás por ser un momento de cambio entre uno y otro pontífice.


A pesar de ello, a mediados del pasado mes de junio, Pedro se propuso volver a solicitar de nuevo los rosarios, haciéndolo a las residencias en las que se habían instalado S. S. el Papa Francisco, en la Casa Santa Marta, y S. S. el Papa Emérito Benedicto XVI, en el Convento Mater Eclesiae. Las cartas, dirigidas al secretario de S. S. Benedicto XVI y directamente a S. S. Francisco, fueron enviadas por correo ordinario.
Y, por fin, coincidiendo con la festividad de la Virgen del Carmen, el pasado 16 de julio, llegaron las respuestas a las cartas: el Vaticano donaba dos nuevos rosarios al Museo de Aroche.
Según explica Pedro G. Díaz, «los dos nuevos rosarios llegaron el mismo día, uno, que habría sido enviado por valija diplomática a la Nunciatura Apostólica en Madrid y desde allí hasta Huelva, y el otro, desde la Secretaría de Estado de Su Santidad, el Papa Francisco». La noticia ha llenado de satisfacción a Díaz Bellido, ya que estas nuevas donaciones «vienen a engrandecer la obra de mi padre».


Ahora, en breve, estos nuevos rosarios ocuparán un lugar preferente en la nueva sede del Museo del Santo Rosario, inaugurada el pasado mes de febrero en el Convento de La Cilla de la localidad serrana. El lugar escogido es una de las estancias del antiguo convento de la orden de los Gerónimos de Las Cillas, en Aroche. Y concretamente la usada para la molienda de grano. Una nueva ubicación que dejaba atrás la que en 1967 inaugurara el Obispo de Huelva, José María García Lahiguera.
El Santo Rosario. El rosario es un objeto de cincuenta cuentas separadas de diez en diez y unidas en sus extremos por una cruz, aunque a veces puede llevar objetos de decoración. El rosario se utiliza desde el siglo XIII, cuando Santo Domingo lo introduce y difunde.

Inscrito en el Libro Guines de los Récords al ser la colección de rosarios más grande del mundo, el Museo del Santo Rosario de Aroche consta de más de 2.000 piezas que el Ayuntamiento ahora ha restaurado, catalogado e inventariado antes de ponerlo en exposición pública. Los hijos del fundador, Pedro y Ángel María, dueños de la colección, han cedido ésta al Ayuntamiento de Aroche con el compromiso de su gestión y conservación por parte del consistorio local.

El traslado de la colección del Museo del Santo Rosario vino condicionado por la necesidad de revalorizar la colección, garantizando la conservación de las piezas, que serían dispuestas siguiendo criterios museográficos actuales, y por otro, dar respuesta a la demanda turístico-cultural de la localidad, ofreciendo al visitante una visión conjunta de su riqueza, aunando en un mismo edificio patrimonio arqueológico, cultural y natural.
Con todo, esta peculiar iniciativa contribuye a seguir creando interés hacia este centro que acaba de reinventarse hace unos meses y que sigue siendo uno de los lugares recomendados cuando se visita la localidad serrana de Aroche.