Redacción. Los hospitales Juan Ramón Jiménez e Infanta Elena de Huelva llevarán a cabo un ensayo clínico multicéntrico en el que se evaluará la eficacia de la telemonitorización de bioconstantes a pacientes con enfermedades crónicas en estadios avanzados.
Esta iniciativa se enmarca en el proyecto Atlan_TIC, que cuenta con Telefónica como socio tecnológico, y que se desarrollará paralelamente en siete centros públicos andaluces. En Sevilla, serán los hospitales Virgen del Rocío, Virgen Macarena y Hospital de Bormujos del Aljarafe; y en Málaga, el Hospital Serranía de Ronda y Hospital Costa del Sol, además de los dos onubenses.
En total, se reclutarán 510 pacientes para comprobar, de una forma científicamente rigurosa, la eficacia, seguridad y viabilidad económica de la telemedicina en este grupo de población. Se trata del primer ensayo de estas características que se realiza en España y la hipótesis de partida es que la telemonitorización puede conllevar una reducción de hasta el 20% de ingresos y el 7% de estancias hospitalarias.
De esta forma, los investigadores medirán el impacto del control remoto de bioconstantes en términos de mejoras en salud, en cuanto se espera que los pacientes telemononitorizados (adultos con enfermedades cardíacas, pulmonares, hepáticas y renales avanzadas) ganen autonomía y control de su patología, evitando descompensaciones y complicaciones de la misma y reduciendo el número de ingresos hospitalarios y visitas a Urgencias.
El reclutamiento de pacientes comenzará a finales de año y se prolongará durante 18 meses. Se establecerán dos grupos de pacientes, según tengan o no tengan telemonitorización.
En los pacientes no telemonitorizados se promoverá, como es habitual, el autocuidado, la figura de la persona cuidadora y los autocontroles de constantes (frecuencia cardiaca, tensión arterial, peso, diuresis y glucemia capilar, en caso de diabéticos), que se registrarán manualmente en el cuaderno de salud del paciente.
Por su parte, los pacientes telemonitorizados, que recibirán un kit compuesto de los equipos de monitorización y una tableta digital, se seguirá un protocolo asistencial idéntico, a diferencia de que los registros de las constantes se grabarán automáticamente en un cuaderno virtual de salud, disponible a tiempo real para los profesionales sanitarios por vía telemática de transferencia de datos, sin necesidad de cables.
El sistema incorporará rutinas de alarma según horquillas prefijadas de las bioconstantes, trasladando automáticamente esas alarmas al equipo asistencial. Adicionalmente, y ante desestabilizaciones clínicas que estarán detalladas en un manual específico, el paciente activará esas alarmas a Salud Responde. El equipo asistencial tendrá diseñada una respuesta ante todas las situaciones de alarma que se detecten por los equipos de telemonitorización.
El tiempo por el que permanecerán telemonitorizados oscilará entre los 45 días y los seis meses, según se estime necesario por el equipo asistencial, que decidirá en función del nivel de autocontrol y autonomía conseguidos.
Como variables de eficacia secundaria, se analizarán adicionalmente aspectos como la morbimortalidad, uso de recursos asistenciales, calidad de vida relacionada con la salud y calidad asistencial y satisfacción percibidas tanto con la asistencia médica como con los instrumentos tecnológicos que se usarán.
El director del Plan Integral de Atención al Paciente con Enfermedades Crónicas y director de la Unidad de Gestión Clínica de Atención Médica Integral del Hospital Universitario Virgen del Rocío, Manuel Ollero, coordinará el ensayo clínico a nivel autonómico, que tiene como investigador principal al internista del mismo centro sanitario y también director del Plan de Formación Integral de la Consejería, Máximo Bernabeu.