Mari Paz Díaz. Begoña G. Rivero es el nombre de esta onubense nacida en Trigueros que considera que Huelva capital es su casa después de estudiar en el instituto ‘Alonso Sánchez’ y ser el lugar donde trabajó por primera vez. Tras pasar por varios empleos, desde un concesionario de coches hasta un parque acuático en Cartaya, Begoña se trasladó a Sevilla después de enamorarse de un sevillano.
Fue en la capital hispalense donde decidió a convertirse en una mujer emprendedora, montando una tienda de delicatessen llamada ‘La Despensa de Begoña’, así como el establecimiento para niños ‘Pezqueñines’.
Sin embargo, ante la situación económica actual, cuando a Begoña y su marido les surgió la oportunidad de marcharse a Nueva York, no se lo pensaron.
-¿Por qué decidiste irte fuera?
–Mi marido Víctor junto con un gran amigo y chef como es Jaime Guardiola (del restaurante y chiringuito ‘Tribeca Playa’) han montado el bar-restaurante ‘Black Iron Burger’ en New York City. Así que, sin dudarlo, he querido aprovechar la oportunidad para aprender inglés en la academia ‘Zoni’, al lado del Empire State, al tiempo que cuido a mis sobrinos. Porque el hermano de Víctor también vive aquí. Es muy importante tener familia cuando se decide emprender un plan de vida tan lejos de tu tierra, por muy maravillosa que sea la ciudad a la que te vayas.
-¿Cuándo tomaste la decisión de marcharte a Nueva York?
-Víctor se adelantó el pasado mes de septiembre para ver si era viable el proyecto y, de hecho, antes de la vuelta sufrió la dureza del huracán Sandy. Sin embargo, tenemos la suerte de vivir en el Upper East Side, en la calle 96, y aquí no hubo mucha preocupación. La parte más afectada fue el sur de la isla de Manhattan y la zona de costa.
Luego, en el mes de noviembre del año pasado, hice las maletas y me decidí a venirme a Estados Unidos. Lo primero que pudimos vivir fue Thanks Giving, un día muy importante aquí, familiarmente hablando, así que estuvimos con familiares de mi cuñado y sus hermanos en Woodstock, un pueblo emblemático por los conciertos y otras actividades. Un pueblo pequeño y maravilloso, por lo que aconsejo a todo el mundo que lo visite.
-¿Es la primera vez que vives fuera de España?
-Hace cuatro años estuve dos meses en Liverpool y Londres haciendo un curso de inglés. Pero, ahora, es la primera vez que he pasado más tiempo fuera de Huelva. Y, sobre todo, tan lejos.
-¿Cuál era tu nivel de inglés al llegar?
–Aunque aún no lo tengo dominado, aquí nos entendemos bien. Esta ciudad es bilingüe por la cantidad de sudamericanos que viven aquí. Así que el Spanglish es muy habitual.
-¿Cuál es tu balance de la experiencia?
–De vivir en Huelva capital y después a una casa situada en el campo, en Paniajo, una urbanización ubicada entre Trigueros y Beas, el cambio ha sido grande, pero muy agradable. Allí no podía contar las estrellas, pero sí el número de luces encendidas de los vecinos. Y aquí puedo contar las estrellas, pero imposible contar las luces en la noche.
-¿Te has marcado algún objetivo?
–Estoy preparándome para presentarme al examen Toefl. Y creo que estudiaré algún máster, compaginándolo con algún trabajo que pueda salir. Es una ciudad llena de oportunidades, así que pienso agarrarme y no dejarla escapar.
-¿Cómo es Nueva York?
–Después de los nueve meses de experiencia, deciros que vengáis, que Nueva York es un viaje obligado. Es una ciudad que nunca duerme, con una población encantadora y de lo más variopinta. Sin ir más lejos, en mi clase éramos nueve nacionalidades diferentes. Y yo, la única española. Es fantástico y maravilloso poder aprender en una misma ciudad de tantas culturas diferentes, tanto social como gastronómicamente hablando.
-¿Y los neoyorkinos, cómo son?
-La ciudad no duerme, no para. Como se ve en las películas, todo es muy familiar, con un paisaje que llama la atención por el humo que sale del asfalto y por la altura de los edificios. Es una ciudad muy deportista y trabajadora. Luego, el ambiente de toda la ciudad y las aglomeraciones de las avenidas y las calles principales es indescriptible. La revista Time Out me ayuda a estar al día de lo que ocurre semanalmente en la city.
-¿Cuál es la imagen que tienen de España los norteamericanos?
-España es muy querida fuera de nuestras fronteras. Sobre todo es reconocida por el flamenco, el deporte y la literatura. Nuestra gastronomía también está de moda con bares de tapitas. Y todo el mundo está deseoso de saber más acerca de nuestro país y de mi ciudad, de Huelva. Así que yo estoy encantada de contarles nuestras riquezas.
-¿Qué es lo que más echas de menos de Huelva?
–Lo que más echo de menos es mi ambiente, el calor de la gente y el tiempo. He sufrido el frío del duro invierno con nevadas y viento helado. Y, ahora, el calor húmedo extremo y, a veces, insoportable.
-¿Y tu familia? ¿Tus amigos?
–Ahora me dispongo a pasar unos días en Huelva de vacaciones y recargar pilas. Quiero estar con la familia y con los amigos, que son tan importantes. Son los que más sufren que esté tan lejos. Tengo la suerte de vivir en un destino para lunas de miel y ya unos amigos me han visitado. Es triste perderte bodas y acontecimientos importantes, pero al menos vienen a verme.
-¿Recomiendas a la gente que viaje, que salga fuera?
–Recomiendo a todo el mundo que quiera, que viaje. Pero tenemos la gran suerte de que Huelva es muy rica en turismo, cultura, gastronomía…, y calor humano, por lo que podemos aprender de la vida sin necesidad de movernos. Tenemos playa, Sierra, Andévalo y Campiña. Y eso es una suerte que no sabes apreciar hasta que estás lejos de ella.
-¿Con qué idea te gustaría terminar?
–Soy una enamorada de mi tierra y mi gente y me siento muy orgullosa de dónde vengo. Tenéis que conocer la capital del mundo y os invito a todos a que vengáis a visitarnos al restaurante donde os ofrecemos una fusión de comida americana y andaluza.
1 comentario en «Begoña G. Rivero, una onubense en Nueva York siguiendo los pasos del restaurante del chef Jaime Guardiola»
Un besazo muy fuerte, amiga!!! Se te echa mucho de menos!!!