
Ana Rodríguez. Es un apasionado de los caballos, un amor que desde pequeño le ha inculcado su padre y al que él ha sabido sacarle el máximo partido. Hablamos de Guzmán Acosta López, un joven onubense de 19 años que acaba de convertirse en uno de los jinetes del afamado Centro Hípico Wedel de Hamburgo, Alemania, una recompensa a su amplia carrera porque, no se dejen engañar por la edad, a punto de cumplir los 20, Guzmán es ya todo un profesional de la equitación.
Con tan solo cinco años, montaba académicamente, pasando por centros como el de MaGuZa, en Rociana del Condado. Poseedor del título de técnico especialista en Doma y Entrenamiento, ha asistido a múltiples concursos y exhibiciones, con los que ha cosechado distinciones como la Medalla de Plata en el Campeonato de Andalucía de Menores (2006, alevín); la Medalla de Plata en el Campeonato de España de Menores (2005); la Medalla de Oro en el Campeonato de Andalucía (2006, alevín) o la Medalla de Oro en el II Campeonato de España de Menores de Doma Vaquera (2006, alevín), además de ser campeón de la V Liga Andaluza de Doma Vaquera (2006, alevín); campeón de Andalucía 2007 en la categoría infantil y campeón de España en la prueba de Doma y segundo en Habilidad en al año 2007.
Su buen hacer es fruto también de haber podido formarse con los mejores. Profesionales tan reconocidos como José María Sánchez Cobos, profesor de la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre de Jerez; Beatriz Demerseman, José Tirado, Ignacio de la Puerta, Manolo Carvajal, Joaquín Olivera, Daniel y Marcos Macías, Francisco Javier Ruiz, Juan Cid, Juan A. Peña Ortega, Álvaro Domecq Romero, José María Cáceres o Alfonso Martín García le han enseñado mucho y lo han convertido en un digno oponente tanto en doma clásica como en básica.

Es por todos estos méritos que Guzmán Acosta ha recibido los galardones deportivos de la Junta de Andalucía y de la Diputación de Huelva en la modalidad de Hípica, así como la distinción del Ayuntamiento de Rociana del Condado por sus éxitos deportivos en 2006, año en el que fue el único jinete español, de todos los niveles y modalidades hípicas, con tres medallas de oro: la del Campeonato de Andalucía, el de España y también fue campeón de Liga. Asimismo, la propia Federación Hípica Andaluza reconoció su valía homenajeándolo en las Galas Hípicas de los Campeones correspondientes a los años 2006 y 2007.
En los últimos tiempos, Guzmán se ha convertido en el director técnico de la empresa Equitaccion, Mundo ecuestre y ha completado su formación con estancias en el Centro Hípico Debstedt de Bremen (Alemania), que dirige Pedro Almeida Pavao y en el Centro Hípico Wedel, en Hamburgo, que lleva Nuno Palma e Santos. Es precisamente en el último enclave donde se encuentra ahora y en el que han decidido aprovechar las aptitudes del joven ofreciéndole un puesto en plantilla. Una oportunidad única que tiene al jinete, como él mismo comenta, muy feliz.
– ¿De dónde viene tu pasión por el mundo del caballo?
– Sin duda ninguna, mi padre es el culpable en todo momento. Gracias a él he conocido todo lo que sé sobre este bonito mundo. Se puede decir que soy un gran afortunado por los padres que tengo y por la situación que estoy viviendo.
– ¿Cómo fueron tus comienzos en el mundo de la hípica y la equitación?
– Hasta que alcanza mi memoria, los caballos han estado siempre presentes en mi vida, y he conocido y vivido infinidades de actividades relacionadas con los caballos y todo su alrededor. Pero realmente pienso que mis comienzos sólo acaban de empezar.
– Te has formado durante mucho tiempo…
– La formación que he tenido y la que sigo teniendo, tanto mi hermano como yo, es, sin duda, la envidia de cualquier persona que se quiera dedicar a este mundo. Desde muy pequeño he recibido clases de los mejores jinetes que han estado a nuestro alcance, siendo ellos de los jinetes más reconocidos de España o Alemania.

– Has perfeccionado tus conocimientos con estancias fuera de España, ¿verdad?
– Hace un año estuve en dos ocasiones en Bremen, en el picadero de uno de mis mejores maestros, sin duda, Pedro Pavao y actualmente, llevamos casi cinco meses en Hamburgo, en las bonitas instalaciones de otro gran jinete, como es Nuno Palma e Santos, donde mi compañero Ángel Blanco y yo estamos viviendo momentos inolvidables, y esperemos que así perdure.
– ¿Hasta ahora cómo se está desarrollando tu estancia en Hamburgo?
– Hasta hace unas semanas, las 10 en total que he estado aquí, en Alemania, me he dedicado ni más ni menos que a trabajar en todas las tareas que conlleva una cuadra, por la simpleza de aprender. Una vida sólo en relación con los caballos. Hemos estado en muchos concursos internacionales de doma clásica, como el derbi de Hamburgo y muchos más y también hemos asistido a varias subastas, en fin, momentos increíbles e inolvidables.
– Pero ahora te han hecho una estupenda propuesta, ¿no?
– Tanto a Ángel Blanco como a mí nos han propuesto quedarnos un tiempo indefinido con nuestro correspondiente contrato con la condición de aprender inglés, que ya medio lo manejamos. Tanto Nuno como sus clientes están contentos con nosotros y realmente ésa es ahora nuestra máxima satisfacción y nuestra principal ayuda para suavizar un poco lo que es el estar fuera.
– ¿Cómo va a ser tu vida ahora?
– Para mi gusto, si no fuera por lo lejos que estoy de mi casa, de la familia y los amigos, y todo lo que echo de menos, sería una vida perfecta. No nos falta de nada, estamos en la base de la élite de la equitación. Yo creo que no le podemos pedir más a la vida.
– ¿Cuál es el siguiente paso?
– Seguir mejorando y seguir adquiriendo conocimientos. Ahora mismo no me puedo permitir pensar en otra cosa que no sea ésa.
– ¿Y cuál es tu labor con los caballos?
– Pienso que la principal labor y objetivo de un jinete es conocer cuál es el entrenamiento adecuado para cada caballo y llevarlo a cabo. Como bien dice mi padre, sin caballo no hay jinete; sin método no hay doma; sin afición, estudio, disciplina y práctica, no hay caballero.

– ¿Cómo describirías lo que sientes cuando montas?
– Realmente, yo veo mi trabajo como un deporte en el que, por un lado está el atleta, que en este caso, por así decirlo, es un animal más poderoso que una persona físicamente, pero no mentalmente; y por otro lado está el jinete, que principalmente tiene que ser más poderoso que este animal, pero sólo psíquicamente.
Es un deporte, al cual hay que prestar a cada segundo los cinco sentidos para mantener una compenetración constante con el animal, hasta el punto de tener una plena conversación con tu caballo, un lenguaje llamado «las ayudas». En ese aislamiento total, donde toda tu concentración está centrada en el animal, se pasan momentos y sensaciones realmente satisfactorias.
– ¿Qué te aporta, a nivel personal, lo que haces?
– La verdad es que la equitación me lo ha dado casi todo en la vida, pero una de las cosas que quizás me está aportando más ahora mismo puede ser la cantidad de personas importantes de este mundo que estoy conociendo.
– ¿Cuáles son los principales obstáculos que has tenido que superar para llegar aquí?
– El principal obstáculo, sin duda, es la infinita dedicación que requiere esta profesión que realizamos. En este deporte, si de verdad quieres hacer algo bueno, hay que echar muchas horas, muchos domingos y muchos días de fiesta, encima de un caballo.
– ¿Piensas en el futuro seguir en esta línea?
– Dios quiera que me pueda dedicar a la equitación hasta que me jubilen los caballos.
1 comentario en «Un onubense de 19 años se convierte en jinete de un centro hípico alemán»
ESTAMOS ORGULLOSO DE GUZMAN EN ROCIANA-HUELVA-ANDALUCIA Y EN ESPAÑA.