Ana Rodríguez. Todos lo conocemos como el señor «Juan Cuesta, presidente de la comunidad» de la serie Aquí no hay quien viva o como «Enrique Pastor, concejal de Juventud y Festejos» en La que se avecina, pero fuera de la pequeña pantalla, José Luis Gil Sanz es un gran actor y director maño con una amplia trayectoria profesional.
Desde muy pequeño, Gil ha estado vinculado al mundo del teatro y la televisión, actuando en programas como Estudio 1, Teatro de siempre y Novela y representado diferentes obras en escenarios como el Teatro Español o el de la Zarzuela de Madrid. También perteneció en su etapa adolescente a un grupo de teatro amateur, tras el cual recaló en la compañía de José Calvo, entre otras.
Una de sus facetas más destacadas ha sido la de actor de doblaje, una tarea que realiza desde los años 70. Gil ha dado voz a Patrick Swayze, Tim Allen, Hugh Grant y Woody Harrelson, entre otros grandes actores y, en el ámbito del cine de animación, ha dirigido y protagonizado el doblaje de cintas de Walt Disney Pictures como Tarzán, la trilogía de películas de Toy Story -era Buzz Lightyear– y Buscando a Nemo.
Gil formó parte en los 90 del trío humorístico Entretrés, junto a Antonio Hernández y Alfredo Cernuda, y en televisión ha intervenido además en las series Fernández y familia, Los Cañete, El comisario y Agente 700, entre otras. En el ámbito cinematográfico hemos podido verlo en La ciudad sin límites o Fuga de cerebros, lanzándose a la dirección en 2012 con el cortometraje Entre cartones, que protagonizó junto a Carolina Noriega.
Sobre las tablas ha representado las obras Tres versiones de la vida, de Yasmina Reza; Salir del armario, de Francis Veber; Ser o no ser, de Ernst Lubitsch, y Fuga, de Jordi Galcerán, así como Una más y nos vamos, obra con la que Gil llega el viernes, 5 de julio, al Gran Teatro de Huelva junto al también actor Mauro Muñiz de Urquiza.
En esta entrevista concedida a Huelva Buenas Noticias, José Luis Gil nos habla de su actuación en la capital onubense, sus impresiones sobre la ciudad y de su éxito derivado en gran medida de las famosas series televisivas.
– Trae usted a Huelva la obra Una más y nos vamos al Gran Teatro de Huelva. Hábleme sobre ella…
– Es una comedia de dos personajes opuestos, que en su forma de vida, de ser educados y de vivir son distintos. Se conocen en una madrugada, cuando uno de ellos, mi personaje, trata de cumplir un recado que le ha hecho su mujer embarazada, y conoce de forma casual y fuera de hora al otro personaje, el dueño de un pub rockero, que es lo único que encuentra abierto. Ese primer contacto da lugar a un segundo encuentro –porque mi personaje cree que ha olvidado algo en el bar- y eso da lugar a una sucesión de escenas en las que los dos hombres se van descubriendo y terminan siendo muy amigos, tan amigos que uno se ve abocado a pedirle un gran favor al otro.
Se trata de un canto a la amistad, lleno de chispa y con diálogos muy divertidos. Mauro Muñiz, mi compañero de reparto, y Manuel Cancedo, el director, llevan trabajando juntos desde hace mucho tiempo y han escrito esta deliciosa comedia. Yo ya había trabajado también con anterioridad en dos funciones con Mauro, y me pareció estupendo cuando surgió la idea de hacer esta comedia que pasa por la risa y toca sentimientos y emociones dentro de un marco muy divertido.
– ¿Cómo está reaccionando el público?
– Pues ya hemos estado en Málaga, Valencia y otras ciudades españolas y el resultado está siendo muy bueno. Estamos muy contentos, los actores estamos muy cómodos en sala y consiguiendo muy buena conexión con el público, que al final de cada representación se pone en pie con caras divertidas. Es emocionante.
– ¿Ha estado antes en Huelva?
– He estado con otras giras y siempre guardo un buen recuerdo de allí. Nosotros, los actores, conocemos muchas ciudades pero nunca como querríamos conocerlas porque no tenemos mucho tiempo para recrearnos, siempre puedes visitar lo justo y poco más, pero aún así cada ciudad te deja un recuerdo. Huelva es una ciudad fantástica, me inspira un relax tangencial y espero, seguro, que un día podré pasar por allí, pero no trabajando, sino para disfrutar de ella.
– ¿Es la comedia, en los tiempos que corren, la mejor manera de llegar al público?
– Yo creo en el teatro, no creo en la comedia más que en otros géneros. En este momento, la gente parece que pide pasar un buen rato, divertirse, espera desconectar con algo que la haga reír. De ahí también el éxito de series en las que he trabajado, que están bien hechas y el público está más predispuesto a aceptarlas.
La juventud debería encontrar en el teatro esa conexión que sí existe con otros entretenimientos cuando salen a divertirse. Hay que convencerles de que es un buen plan ir al teatro, que es un producto bueno y digno. Que vean algo que les deje un grato recuerdo y les incite a volver. El teatro es irrepetible, el cine es siempre la misma película pero el teatro, aunque es casi lo mismo de una función a otra, no siempre es igual. Cada día conectas de una manera especial con el público. El teatro tiene una magia para los actores que hace que nos encante, y para el público tiene la magia que ofrece el directo, como en los conciertos.
– Usted, además de actor, tiene una larga trayectoria de doblajes…
– Recalé en el doblaje hace unos años, pero ya en mi infancia y adolescencia había hecho teatro y televisión. Una de las veces que estaba con una obra en Madrid, me ofrecieron hacer un doblaje, y así empecé con este ámbito. Hay varias formas en esta profesión, el doblaje es una manera más de interpretar y hacer un buen doblaje es dificilísimo.
– Pero usted saltó a la fama por su papel en la serie Aquí no hay quien viva
– Sí, se me conoce a través de un maravilloso proyecto, casi un fenómeno sociológico que habría que estudiar. Es muy difícil que vuelva a surgir ese éxito que tuvo y que tiene Aquí no hay quien viva con una serie. Este año se cumplen 10 de cuando empezamos a grabarla y la gente sigue siendo fiel, no falla, veo que en la televisión ponen una y otra vez los capítulos que ya todo el mundo ha visto y sigue teniendo audiencia, el público los ve de nuevo.
Con el paso del tiempo lo analizas y te sigues sorprendiendo. Desde el principio todos creíamos que era un proyecto divertido, con un reparto acertado, bien escrito y un presupuesto limitado que se suplía con el talento de los guionistas. La serie nació poco a poco, se extendió gracias al boca a boca porque su lanzamiento coincidió con un cambio directivo en la cadena y los nuevos responsables no creían inicialmente mucho en el proyecto, por eso no teníamos mucha publicidad. Pero la serie fue creciendo en audiencia y creció gracias a la fidelidad de los espectadores.
– ¿Cómo le ha cambiado la vida a José Luis Gil el señor Cuesta?
– Cambias tu anonimato por ser conocido, es otro modo de vida. La gente quiere acercarse a ti y el ser conocido cambia tu manera de hacer las cosas, pero se asume, es algo que va unido al haber participado en dos series del éxito que han tenido Aquí no hay quien viva y La que se avecina, de la que estamos grabando ya la séptima temporada. En resumidas cuentas, es estupendo porque es lo que buscamos pero tiene unas desventajas a las que uno se acaba haciendo.
– ¿Le cambian muchas veces el nombre y le dicen Juan o Enrique en vez de José Luis?
– A veces pasa, que mucha gente no recuerda tu nombre o lo confundan. Es normal, tu nombre real no están acostumbrados a oírlo y, sin embargo, en cada capítulo escuchan el de Juan Cuesta o Enrique Pastor varias veces. Pero la tendencia ha cambiado con los años y ahora se ha invertido. Cada día hay más porcentaje de gente, sobre todo joven, que se dirige a mí como José Luis porque ya conocen mi trayectoria, se han preocupado por saber más cosas de mí y ya me ven como el actor y no como el personaje.
– Además de la nueva temporada que está grabando y la obra de teatro, ¿tiene nuevos proyectos por delante?
– No tengo tiempo, así voy bien (risas). El viernes que actúo en Huelva probablemente tenga que grabar esa misma mañana y luego viajar para allá. De lunes a viernes estoy con la serie, -que tiene cuerda para rato porque estamos con la séptima temporada que terminaremos de grabar en septiembre y ya hay proyecto para otra temporada más- y los fines de semana, el teatro, así que no me queda mucho tiempo. Ya me ha pasado que he tenido que rechazar algún trabajo y, si me plantaran alguno, para aceptarlo tendría que coordinarme con lo que tengo entre manos ahora o desplazarlo en el tiempo hasta que pudiera.
– Por último, un mensaje para el público onubense de cara al viernes…
– Esta obra la hemos hecho desde el principio, es muy nuestra, sabemos lo que queremos hacer y lo estamos haciendo. Espero que la gente venga el viernes y encuentre en la obra un pretexto para pasárselo bien, para estar allí con nosotros y salir con una buena sensación. Nosotros estaremos en escena pero, al terminar la función, saldremos, saludaremos y nos haremos fotos… ¡nosotros no salimos por puertas ocultas! (risas)
Creo que Mauro y yo hacemos un trabajo muy digno y estamos muy satisfechos y con la ola de calor, el viernes es un día ideal para salir a tomar el fresco y una copa después de salir del teatro.
Muchas gracias José Luis
