Benjamín Naranjo. D. Manuel González García que, desde 1905, era cura ecónomo de la parroquia de San Pedro y arcipreste de la ciudad, inauguró la Colonia Escolar del Polvorín con su nueva iglesia, el 1 de abril de 1911. Fue una actividad promovida por el colectivo parroquial denominado ‘Los Ángeles de la calle’.
Hasta aquí, una noticia más o menos normal y corriente. Lo que ya no lo es tanto es que los terrenos que sirvieron para la construcción de estos edificios no se pagarán en pesetas, ni siquiera de las antiguas, sino que se pagaron en ‘Avemarías’. Así, como lo están leyendo. En noviembre de 1910, D. Manuel González dejó cerrada la compra a la Compañía de Minas de Riotinto, de 10.000 metros cuadrados para construir dichas escuelas a cambio de ‘Diez millones de Avemarías’, es decir, 1.000 por metro cuadrado.
No sé si ustedes conocen algún otro precedente, pero yo no; aunque se me ocurre que si esto lo pusieran en práctica algunos bancos financieros o el propio Estado, no ya con ‘Avemarías’, si no es creyente, sino con otras actividades sociales que tanta falta hacen, seguro que no escucharíamos tantas noticias de deshaucios ni otras de índole parecido. ¡Ojalá nos aplicáramos la enseñanza!