Redacción. Los miembros de la Junta de Seguridad de Moguer han analizando el desarrollo de la campaña fresera de este año, y han constatado que, a pesar de haber descendido la producción, y por tanto la mano de obra necesaria para su recolección, se siguen detectando la proliferación de asentamientos ilegales en los que malviven personas extranjeras, muchas de ellas indocumentadas.
Desde el área municipal de Asuntos Sociales, el ayuntamiento de Moguer ha elaborado varios informes sobre la problemática de los asentamientos ilegales, constatándose cómo no sólo se trata ya de individuos agrupados en chabolas, sino que en algunos casos son familias enteras con niños y niñas a su cargo, lo que acentúa la necesidad de buscar una solución a esta problemática.
A las personas provenientes de la zona del Magreb o de países subsaharianos, que eran los que habitualmente construían estas chabolas, se han sumado este año varias familias enteras provenientes de países del este de Europa, lo que ha sido reflejado en los informes elaborados por el personal técnico de Asuntos Sociales que trabaja en colaboración con distintas ONGs y asociaciones de inmigrantes.
Desde el ayuntamiento de la localidad se ha transmitido tanto a la Subdelegación del Gobierno, representada por su secretario, Manuel Jesús Iglesias, como a la Policía Autonómica, en la persona de su responsable provincial, Juan León, la preocupación del equipo de gobierno por la proliferación en general de asentamientos ilegales en el término municipal moguereño, algo que sucede cada año, pero que en esta ocasión la voz de alarma viene motivada por la presencia de niños y niñas en estas construcciones tercermundistas que no cuentan con ningún tipo de servicio, y constituyen por sí mismas un evidente riesgo para su salud.