Luisa Pérez. En los días que corren es difícil apreciar los aspectos “positivos” de la crisis, pero lo cierto es que si miramos a nuestro alrededor y observamos con detalle, podemos cargarnos de optimismo. Si algo he apreciado en estos últimos meses es la proliferación de nuevos negocios, modestos pero innovadores y, lo que es más importante, con jóvenes al frente, que toman el timón de los mismos con esperanza e ilusión. A la vuelta de la esquina o en el ciberespacio, podemos dar buena cuenta de ello.
La crisis agudiza el ingenio. Negocios que ponen a la venta enseres de repostería e incluyen cursos de cocina, restaurantes que prestan sus cocinas para enseñar a jóvenes emprendedores, webs donde se puede aprender a hacer labores de confección, y donde a la labor de punto de toda la vida se le llama el yoga del siglo XXI. Negocios que incluyen excursiones para reunir a personas con los mismos gustos culinarios o para hacer estas labores que estaban quedando en el olvido. Personas que cultivan y venden productos totalmente ecológicos, lugares donde poder aprender a cultivar dichos productos… Sin ánimo de agotar todas las nuevas ideas, que son bastantes, al frente de todos estos negocios se encuentran nuevos emprendedores, en su mayoría jóvenes, que regresan a las labores más antiguas para introducir en ellas un toque de modernidad e ingenio y proporcionar momentos de relax y de encuentro.
Hace poco decidí iniciarme en alguna de estas labores y descubrí que es algo muy recomendable en los tiempos que corren. Llevar una vida sana, hacer deporte y, cómo no, dedicar algo de tiempo a recuperar viejas costumbres que tanto gustaban a nuestras abuelas, es de lo más gratificante y saludable en nuestros días. Es un mensaje de las nuevas generaciones.
Y es que son los jóvenes, esas nuevas generaciones las que tendrán que construir el futuro de nuestro país con la herencia que les hemos dejado. Para ellos ha de ser nuestro esfuerzo y de ellos dependerá nuestro futuro. Y, afortunadamente, es un mensaje también de optimismo el que tratan de enviar nuestras autoridades nacionales y europeas a todos aquellos jóvenes que piensen sacar adelante algún negocio.
El Gobierno de España prepara una Estrategiade Emprendimiento y Empleo cuyo objetivo principal es reducir la tasa de desempleo juvenil y cuya medida estrella, así se anuncia, es la inclusión de una bonificación en las cotizaciones sociales, conocida ya en la prensa como “tarifa plana”, dirigida a los jóvenes emprendedores – menores de 30 si se trata de hombres y de 35 si se trata de mujeres- y durante los primeros seis meses de su actividad. Además, el Ministerio trata de obtener ayuda de las autoridades europeas y trabaja para obtener el máximo rendimiento del plan que desde las instancias europeas se diseña con el objetivo de la recuperación de los niveles de empleo adecuados en Europa, y del que esperamos ser uno de los países que más se beneficie. No en vano, el Comisario Europeo de Empleo, Lâzsló Andor, ha afirmado que España no está sola en la lucha contra el desempleo y ha transmitido, según nuestro propio Ministerio de Empleo, el firme apoyo de la Comisión Europea para reducirlo.
Con esta Estrategia, el Gobierno pretende aumentar la calidad y la estabilidad del empleo y fomentar el espíritu emprendedor. Para ello, la prensa económica ha comenzado a señalar algunas medidas que se incluirán en dicha estrategia, tales como los incentivos a la contratación de jóvenes desempleados o la introducción de bonificaciones en las cotizaciones. Bienvenidas sean. Sin duda, este es el camino, y es una buena noticia comprobar que se apoya e incentiva la ilusión y la valentía de los jóvenes emprendedores que, en un mundo no exento de dificultades económicas, desean aportar su grano de arena al proceso del crecimiento económico de nuestro país.
Si buena noticia es encontrar un joven emprendedor, mejor es comprobar que recibirá el apoyo económico del Gobierno; pero el ingenio, la ilusión y el impulso lo aportarán ellos, las nuevas generaciones de jóvenes emprendedores. Por ello, agudizad el ingenio.
