Roque Rodríguez. Hoy domingo 3 de febrero, estamos en el penúltimo descanso antes de la gran final del día 7. Visto lo visto, me reitero en lo de gran final. En cuanto a la noche del pasado viernes destacar la regularidad y trabajo súper meditado en el apartado de letras a concurso. Abrió la noche la murga ayamontina Cuidado que ‘boy’. Estos simpáticos pluriempleados ‘boys’, nos hablaron en su repertorio de los enteraos carnavaleros y de los comentarios, en las barras de los bares. Están por encima de todo metidísimos en el tipo.
La comparsa El bando del sur llegó desde Punta Umbría. Estos doce grandes carnavaleros nos dejaron claro que cantidad y calidad, no tienen por qué ir irremisiblemente de la mano.
Punta saltó antes del descanso, con la murga Los voluntarios. Superaron con creces su pase de preliminares, hasta el hecho evidente de convertirse en candidatos para la siguiente fase.
La peña El Farol de Huelva nos dejaron un regusto de Edad Media, pero con actualizado sabor añejo de grandes comparsas. La trova homenajeó a uno de sus más brillantes discípulos. Un abrazo Israel.
Los escamaos, estos choqueros del Molino de la Vega, bajo la supervisión del Piti y Suero, pasito a pasito se van abriendo hueco entre las grandes murgas capitalinas. Sin influir el factor sorpresa de su primer pase, lo superaron en un doscientos por cien.
Hablar de superación para referirnos al primer premio del apartado de comparsa de la pasada edición, es como ir a un restaurante de tres estrellas y comer sólo ensaladilla. Los puntumbrieños de la comparsa de Tinoco Los teatreros ya no hay por dónde cogerlos, y los cojas por donde los cojas todo lo que interpretan tiene el adjetivo de superlativo. Los señores del jurado, no se si piensan lo mismo, pero tanto si es así como sino, siguen aspirando a todos.
